domingo, 10 de abril de 2011

EL DESALOJO QUE FIDEL CASTRO PROMETIO ERRADICAR


Esta es quizás la etapa más critica del modelo comunista cubano. Distinto a otros períodos donde las estrecheces se pudieron manejar desde arriba y mantener el control de la población, en este momento es esa misma masa puebleril el principal obstáculo para los que intentan perpetuar una dictadura en franca decadencia.
Erosionado desde todos los ángulos, el régimen comunista cubano hace malabares para tratar de mantener controlada a una población que debido a las carencias propias de la ineficiencia gubernamental, la alta politización y la persecución de los órganos policiacos del estado ha comenzado un divorcio irreversible con el proceso castrista.
La citada erosión tiene dos modalidades: una interna y otra externa. La interna responde al descontento poblacional con un gobierno que les impide progresar a la vez que les pisotea la dignidad con botas de hierro. Este video es muestra clara de ello, donde la vecindad se une para respaldar a una desafortunada cubana, que con hija en mano y otro en camino fue víctima de la soberbia y el despotismo del gobierno que dice representarla. Nótese que hasta los niños, a quienes se les adoctrina desde el colegio reaccionan indignados; lo que demuestra la falta de compromiso de las nuevas generaciones con un proceso al que no ven como la solución a sus problemas. Estas imágenes corresponden a una localidad municipal en la zona central de Cuba, específicamente en la provincia de Villa Clara, pero es una réplica de una andanada de sucesos similares que al día de hoy se suscitan a todo lo largo y ancho de la isla y que no llegan a la publicidad debido a que quizás no había en el momento algún artefacto electrónico que capturase las imágenes. Vertiente notable de esta crisis interna es la falta de confiabilidad entre los mismos cuadros de la dirigencia gubernamental, quienes se vigilan entre sí temiendo ser delatados por sus compañeros a la hora de desviar recursos estatales para surtir el mercado negro o comentan en pasillos oscuros la incertidumbre que se vive en el seno de su gobierno por el descontento popular y la apatía a su revolución.
La otra vertiente de la erosión del régimen de los Castro es una externa. Aquella planada de países que consuetudinariamente se solidarizaban con el proceso cubano han dejado de hacerlo desde el sonado caso de Orlando Zapata Tamayo, el cual puso de manifiesto la verdadera cara del régimen. Bloques internacionales como el europeo han jugado un papel primordial a la hora de cerrarle el paso a los represores. Esto se suma a la importante cosecha de premios y reconocimientos internacionales otorgados a representantes del movimiento opositor interno, quienes llevan en alto la bandera de la lucha.
El gobierno heredado de Raúl Castro se enfrenta a una encrucijada donde cualquier movimiento erróneo puede ser el detonante para que Cuba se sume a la andanada de países que en estos días derriban sus dictadores. Es un campo minado donde se camina con ojos vendados. Si se aprieta más, la bomba detona; y si se liberaliza más, igual se recorre un camino sin regreso rumbo al capitalismo. ¿Cuál será el paso?

No hay comentarios: