martes, 15 de diciembre de 2009

TURISTA NORTEAMERICANO PRESO EN CUBA

Hace apenas dos días el gobierno comunista de Cuba detuvo a un turista norteaméricano que paseaba por las calles de la Habana Vieja. El delito imputado da margen a la más burda carcajada: repartir celulares y computadoras personales a jovenes cubanos, quienes carecen de estos equipos extremadamente controlados por el gobierno castrista.

En cualquier país de Africa, latinoamérica o Asia estos hechos constituirían razón suficiente para reconocer y colocar a este señor en un altar por ayudar a los desposeídos de una nación extraña; pero Cuba es caso aparte. El permitir tal “ofensa” representaría una puerta abierta a la información y el conocimiento del entorno político cubano y sus protagonistas en pleno activismo por parte del pueblo.

José Martí decía que la ignorancia era el peor de los males. Es precisamente ese flagelo el que el gobierno cubano propicia y resguarda para el pueblo de Cuba al evitar que los ciudadanos adquieran medios que le permitan informarse más allá de la manipulada noticia que les provee dicho gobierno mediante sus órganos oficiales. Un pueblo desinformado cae presa fácil de quien ejerce control de los medios comunicativos, y los Castro no están dispuestos a compartir ese privilegio.

Además, la captura de un ciudadano norteaméricano les viene como anillo al dedo cuando se maquina sobre cómo intercambiarlo por sus cinco espías presos en cárceles de Estados Unidos por espionaje y otros delitos. ¡No nos equivoquemos!, este señor realizaba una labor cívica en beneficio de los cubanos que el propio gobierno se niega a hacer. Aún si estuviese regalando rosas y claveles igual le hubiesen detenido.

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